Nombre: End Feinharrel
Rango que ocupa en la orden: Primordial
Armamento del personaje: Garras y taloneras de oricarco y oro blanco
Habilidad sobresaliente:
<Piel del primero> Cuando está convertido, su pelaje le hace prácticamente invulnerable
<Sobre Humano> Potencia cada sentido en estado natural y convertido.
<Primordial> Tanto su fuerza como habilidades de desplazamiento son excepcionales.
Historia del personaje: Los feinharel eran una familia de nobles que vivían al este de la cordillera de Mesa. Sus terrenos eran modestos y debían su esplendor a la dura labor de sus antepasados en las batallas de antaño. Descendiente del gran Argur Feinharrel el joven Alfred no conocía el duro destino que le esperaba. En la batalla de Cartaros el linaje de su familia quedó maldito cuando el gran Argur masacró una villa entera que se encontraba a los pies de una colina suponiendo que pertenecía al enemigo, pero es un gran error suponer y un error que pagaría caro. Las voces de las victimas se alzaron a los cielos en clamor por tal atrocidad y con sus almas como pago se ofrecieron a la diosa Rhea para así maldecir a aquellos que cometieron tales actos. Esa noche, la luna se tornó roja, y entre el fuego y los gritos los primeros hombres lobos nacieron de entre los cadáveres de sus compañeros caídos.
Los aldeanos que tantas penurias sufrieron regresaban ahora convertidos en una abominación que solo duraría una noche. Pues, como bien cita su diosa "La venganza es efímera". De esa manera, los cuerpos cobraron vida y sus apariencias cambiaron, transformándose en bestias entre hombres y hombres entre las bestias. En una noche, todo el ejercito de 2000 hombres de Lord Feinharrel fue aniquilado sufriendo las muertes más horribles a mano de sus victimas, quienes ahora eran sus agresores. En una noche, solo hubo un sobreviviente, un joven noble que estaba a cargo de dicho ejercito, Lord Feinharrel había, de hecho, escapado a la muerte apenas. Sus heridas eran muy graves, sus piernas estaban destrozadas y perdía mucha sangre, pero para su suerte, luego de encontrar el río más cercano y arrojarse a el fue encontrado en el cause por un grupo de nómadas y rescatado con vida.
Al volver a sus tierras, el joven Lord fue cuestionado por las cosas que habían sucedido, pero de su boca no salió una palabra, su mente ya no estaba y su voluntad había sido quebrada. Años despues, tuvo descendencia. Era conocido que entre los nobles se hacía de todo por mantener el linaje, así que no importaba que Feinharrel no fuera más que una cáscara vacía. Sin embargo, no era conocido que la maldición lanzada sobre los cuerpos, pesara sobre los vivos. El joven Alfred nació tiempo despues, descendiente directo de Lord Feinharrel y siendo su hijo mayor, vivió una vida normal hasta los 16 años, aprendiendo y comprendiendo todo lo que podía de la vida que ahora tenía. Pero en la noche su cumpleaños número 16 la luna se tornó roja de nuevo. Una sensación recorrió su cuerpo, una sensación que conocía perfectamente, era la sensación de la caza, la sensación que tantas veces había tenido cuando iba a los campos de caza con su familia, pero esta vez mucho más fuerte. La euforia corría por sus venas, su respiración comenzó a acelerarse al ver esa luna teñir todo de rojo y su cuerpo, bruscamente comenzó a cambiar. Era la maldición que pesaba sobre su familia. El joven Alfred Feinharrel ahora era un hombre lobo, uno que no controlaba sus deseos y emociones, deseos que terminaron con la vida de toda su familia y servidumbre en una noche. Esa fue su iniciación de sangre, esa fue su condena y desde entonces es un Primordial.