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Cuando amamos a alguien pero infelizmente la otra persona no nos corresponde, ya cuando se agotan nuestras fuerzas para seguir amando, cuando sentimos que ya no nos queda nada por hacer, es momento de decir adiós a esa ilusión que alimentaba nuestro corazón y tomar el largo y triste camino del olvido. Un autor famoso dijo en una ocasión que recordar es fácil para el que tiene memoria y olvidar es difícil para aquel que tiene corazón. Pero olvidar es parte de la vida, y todos alguna vez tenemos que hacerlo. A pesar de que al principio los recuerdos de esos bellos momentos que pasamos junto a la otra persona nos atrapen tenemos que ser firmes y seguir adelante. Poco a poco debemos dejar de pensar en él/ella. Dediquémonos un tiempo a nosotros mismos, a mimarnos. Es muy importante pensar que aunque alguien no nos haya querido no significa que nadie lo haga. Aprovechemos este tiempo para pensar y aprender de nuestros errores. Sólo después de concluido este proceso es que debemos dejar abierto nuestro corazón para que alguien lo tome con amor.