Los pregones. Antes y después
Caserita no te acuestes a dormir...
Hasta bien entrados los años sesenta las calles de cualquier ciudad o pueblo de Cuba se llenaban de vendedores ambulantes, ya para entonces sus pregones se habían enraizados en el diario popular, tanto que muchos se volvieron canciones: frutas... ¿quién quiere comprarme frutas..?... Estiro bastidores... cunitas de niños y cama de mayores... el manisero es posiblemente el más conocido de todos, había pregones hasta para pedir limosnas, recuerdo a un vendedor de veneno para insectos que repetía como Cachucha: Mata cucarachas, ratones bibijaguas, hormigas; todos los bichos mueren... me costó mucho trabajo entender lo que decía, otro: Tamales de maíz tierno... con pica y sin pica...aludiendo a la opción de agregarle chile picante; y qué sabrosos eran. También hay un chiste de un chino que repetía: huevo, tamalo, tene pollo... nadie le compraba. Y otro; Pan de yema, pero la yema que tiene es de dedo...
Después de un largo período de silencio volvieron los pregones a las calles y ahora sí que se vuelven interesantes:
Compro oro, compro cualquier pedacito de oro... ¿habrá por ahí alguna mina? pues pasan bien seguido.
Compro frascos de perfumes de marca; prepárense para lo que les van a vender.
Ambientador... ¿será el mismo que vende perfumes de marca?
Compro televisores, lavadoras y ventiladores rotos... éste es bien ecológico al reciclar lo que posiblemente botaríamos.
Escobas, trapeadores, recogedores, jarros de aluminio, cubos plásticos, palitos de tendedera... todos conocemos el origen de estos artículos, se “extraen” de cierta caverna en la periferia de La Habana...
Maní, maní, con el money money... bueno, éste
de paso nos enseña Inglés...
Vaya, para que no pierdas los sesenta centavos en la guagua...
¿lo han visto en la parada de Coppelia? al menos yo, he hecho “negocios” con este novedoso empresario.
Aguacate maduro; algo seguro...
También quiero hablar de los pregones molestos: ¿taxi amigo? ¿amigo y me cobras en divisa? Como decía nuestro inolvidable Núñez Rodríguez, sobre todo en las zonas de hoteles; restaurante... bueno y barato... ¿bueno? tal vez, pero ¿barato?...máquina a domicilio y esto es una rareza pues la mayoría van por donde ellos quieren. Y hasta ofrecen diversas cosas en varios idiomas a nuestros visitantes de allende los vientos: ¿Casa particular? Cuban cigars; Cohíba, Montecristo ¿chicas, chicos? ¿paladar?... bien bajito, por si las moscas y con acento...
En un pintoresco viaje en tren de Santiago de Cuba a Manzanillo subían y bajaban todo tipo de vendedores, éstos lo mismo ofrecían chicharrones que cuchillas de afeitar, ¿tal vez porque tenían pelos?, mangos, yuca hervida o boniatos, emparedado de cerdo asado o pan con dulce de guayaba, pollos y cerditos vivos y un sinfín de cosas en un recorrido que duró ocho horas.
Y si quieren ver y escuchar nuevos pregones lléguense a cualquier tienda o agromercado, por fuera, donde quizás encuentres lo que no hallarás adentro.
Y para no quedarse detrás con la tecnología, ahora graban el pregón y hacen reposo de voz:
El bocadito de helado, con música incluida, el perro de mi vecino aúlla cada vez que pasa por mi calle dos cuadras antes y dos después... y lo hace varias veces al día.