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Una de las realidades de estos tiempos son las desilusiones amorosas, el romper con alguna pareja con la cual llevas un tiempo y con la cual has acumulados experiencias tanto buenas como malas. Pero el hecho es que la historia está creada, que decidas guardar el libro o intentar olvidar que una vez leíste tantas páginas, todo depende de ti. Todos hemos sufrido, sentido como se nos desgarra todo por dentro, nos decaemos, se nos crea un miedo a continuar, a seguir adelante. Es como si la armadura que nos protege se rompiera en pedazos y cayera al suelo. La debilidad nos consume y a donde quiera que miremos solo vemos sombras que nos impide seguir por el largo túnel. Quizás darle el turno a que el tiempo nos haga recuperarnos, pero, de nosotros también depende ir recogiendo esos fragmentos de armadura para volver a sentirnos protegidos, lavarlos con lágrimas e ir colocándolos en nuestra alma y en nuestro corazón. Levantarnos y echar andar, decir: ‘’soy más fuerte que el día de ayer’’ y comenzar a avanzar.