Realmente no soy de mucho llorar, sin embargo reconozco que se me salieron algunas lágrimas cuando vi la historia de Elizabeth y Meliodas en Nanatsu no Taizai. Allí fueron solo unas lágrimas, pero llorar, lloré de verdad cuando vi una escena de la 3ra temporada en Shingeki no Kyojin donde Levi, tenía que decidir a quien tendría que convertir en Titan: a Armin, el amigo de Eren y Mikasa o a Erwin, el comandante que había guido desde hacía mucho tiempo la lucha contra los titanes. Allí lloré como niño recien nacido, al punto de que mi hermano tuvo que consolarme. Trataba de contenerme, pero no podía y aún después de haber visto la series 1000 veces, aún veo esa escena y se me llenan los ojos de lágrimas.