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Homofobia.

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El Matatan

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Este tipo de persona homofóbica no se da cuenta de que la palabra amor es muy grande y lo abarca todo, todos somos seres humanos que tenemos sentimientos, yo busco amistades, me doy a respetar pero soy lesbiana y no oculto mi realidad, simplemente acepto a las personas y ya sean lo que sean, todos tenemos defectos. muchas personas dejan de relacionarse contigo a la vez que saben de tus gusto y realmente para mí eso es algo estúpido.

¿Qué opinan ustedes sobre el tema?
 
Durante siglos se ha estado diciendo que la homosexualidad es una enfermedad o una aberración. A pesar de que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) hace décadas eliminó a la homsexualidad de la lista de enfermedades mentales, todavía existen muchas personas que viven obsecionadas en combatir a la homosexualidad. Además, homosexualidad no cumple con las características presentes en en los trastornos mentales que requieren atención clínica.

Las enfermedades mentales tienen una peculiaridad evidente: ellas discapacitan al individuo, impidiéndole tener una vida normal y en armonia con el entorno que le rodea. Estas causan alteraciones en los procesos del razonamiento, en la capacidad de reconocer la realidad, en las emociones, en el comportamiento, y las relaciones con los demás.

Por ejemplo, los trastornos de tipo psicótico provocan en el individuo pérdida de contacto con la realidad, pueden incluso presentar delirios o alucinaciones y pueden conllevar a cambios en su personalidad y un pensamiento desorganizado. Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria. También en el individuo enfermo de tales patologías hay síntomas tales como:
  • Cambios bruscos y profundos de la conducta.
  • Replegarse sobre sí mismo, sin hablar con nadie.
  • Creer sin motivos que la gente le observa, habla de él o trama algo contra él.
  • Hablar a solas, creyendo tener un interlocutor, oír voces, tener visiones (alucinaciones visuales, auditivas) sin que existan estímulos.
  • Tener períodos de confusión mental o pérdida de la memoria.
  • Experimentar sentimientos de culpabilidad, fracaso, depresión.
  • Dificultad para expresar emociones y sentimientos o incluso falta de los mismos.
Los trastornos del tipo neurótico, si bien no enajenan tanto como los de tipo psicótico, se caracterizan por la presencia de un nivel elevado de angustia. El individuo enfermo mantiene un adecuado nivel de introspección y conexión con la realidad, pero presenta la necesidad de desarrollar conductas repetitivas y en muchos casos inadaptativas con objeto de disminuir el nivel de estrés. Se trata, muchas veces, de rasgos que acompaña a la persona durante toda su vida, su gravedad es muy variable, desde grados leves y controlables hasta situaciones gravemente incapacitantes que pueden llegar a precisar hospitalización.

Además, como se sabe, estas enfermedades son tratadas con medicamentos especiales conocidos como psicofármacos o psicotrópicos, de los cuales los hay de diversos tipos según su efecto, como pueden ser los antipsicóticos, antidepresivos, ansiolíticos, etc, etc.

La homosexualidad, en cambio, no presenta ninguna de estas características mencionadas anteriormente. La homosexualidad no altera la percepción de la realidad, no provoca delirios, paranoias ni alucinaciones. La homosexualidad no impide que una persona se relacione normalmente con su entorno social, familiar y laboral, no le impide al individuo usar el intelecto adecuadamente, ni hace “hablar solo”. Además, la homosexualidad tampoco es tratable con psicofármacos.
 
yo soy libre, afortunado de estar rodeado de seres limpios de maldad sobre este tema, o sea, soy gay, y me comporto correctamente , eso si, ,, jjjaj,
creo que los homofobos son personas frustradas,jajajaj, con miedos a cualquier cosa, no solo a lo relacionado con la sexualidad. INFELICES!!!
 
Última edición por un moderador:
Comparto con ustedes esta historia, bastante triste, pero para que reflexionemos sobre el tema y las personas homofóbicas, creo que deberían leer esto detenidamente.

Alberto fue un muchacho normal, hijo de María Licenciada en Economía y Patricio campesino que nació en el seno de una familia rural en un pueblecito de Cuba, una cuba de transformaciones políticas, económicas y sociales de por haya por los años 90, cuando la URSS acababa de derrumbarse y la nación enfrentaba una seria crisis económica que el pueblo llamo periodo especial. Alberto comenzaba su infancia en aquel barrio sacudido por el tiempo, la pobreza. Una infancia un poco que normal a la de otros niños. Alberto vivía su octavo año de vida. En casa jugaba con las niñas, vestía de mujer, se pintaba con los cosméticos de su madre a lo que su padre siempre fue un verdugo, chores cortos y pulóver anudados en su lado izquierdo acompañaban a menudo al pequeño hijo de una familia estereotipada en los conceptos de hombre y mujer que no reconocen otra forma de vida social que esa, la de un hombre y una mujer. Entre prejuicios y regaños pasó Alberto su infancia hasta que un día todo aquello que para es entonces fue un juego pasaba a ser parte de su personalidad, ya habían pasado dieciocho años de vida y Alberto se sentía con la libertad de escoger su propio destino y se identifico ante la sociedad y su familia como un gay. A lo que no estuvo ausente el rechazo familiar que hizo de la vida del joven una odisea de maltratos, ofensas, golpes, violencia física, rechazo y homofobia nada ajeno a una sociedad machista que define la homosexualidad como enfermedad mental y no acepta que es una forma de orientación sexual. Alberto con 18 años fue expulsado de su casa por su padre, guajiro del campo que no entendía que Alberto es un ser humano y que tiene el derecho de ser feliz, dejando atrás el concepto de padre y queriendo implantar el machismo y la discriminación. Fueron momentos muy duros. Noches sin dormir, hambre y necesidad de un hogar y del afecto de un ser humano. Fue allí en el parque que tantas noches fue su casa y el banco su cama donde Alberto oriento su vida a la Homosexualidad sin importar lo que tuviese que enfrentar y enfrentar la realidad. En la familia tal decisión fue un bochorno y el asedio y el maltrato siguió sobre su piel. Así pasaba el tiempo cobrando todo apresurado sobre la salud de Alberto y a los 25 años enfermos gravemente en un hospital, la más grande de las enfermedades, la soledad restaba minutos de vida, la falta de afecto y de calor humano. Pocos tiempo después murió. En sus pertenencias encontraron una carta dirigida a quienes lo conocieron y a los que lean este blog.


A todos aquellos que me conocieron.

La vida trazo mi destino y puso en sus manos la vida de un ser humano igual a los demás que escogió su propia felicidad y ustedes me condenaron a vivir en soledad el resto de mi vida. Todos aquellos que un día toque su puerta y nunca abrieron su corazón para mi solo fueron alas para volar y encontrar mi propio nido. El hambre se convirtió en combustible para luchar por mis sueños de ser quien fui y aunque el tiempo agotara mi vida sentí la felicidad tocar mi corazón alguna vez, ojala un día puedan sentirla también y veras cuanto cambia tu vida. Sufrí por que soy de carne y hueso, pero en cada herida encontré una respuesta, en cada lagrima vi el futuro, en cada ofensa aprendí algo nuevo, en cada parque que dormí una casa, en cada banco que me acosté un amigo, quizás ustedes no sepan lo que es eso. En cada perro que lamió mis pies el cariño que no me dieron y la compañía de familia, del amigo ausente, del que me abandono. Cuando la enfermedad invadió mi cuerpo y supe que iba a morir tuve miedo, pero no miedo a morir. Si no por aquellos que pueden estar viviendo lo que yo viví y tome mis últimas fuerzas de vida y mire al cielo y dije. Por que tanto odio, tanta homofobia, tanto maltrato si hay una sola puerta y un solo, lugar la eternidad.

Quería que el último día de mi vida fuera ese en el que haya cumplido todos mis sueños, en el que haya encontrado el amor, la felicidad, un verdadero amigo. Que me aceptaran como soy. En el que todos nos tomáramos de la mano, compartiéramos lo que tenemos y no lo que nos sobra. Ver sido un gran medico, ingeniero, un obrero, ver tenido una familia. Besar la mejilla de mi madre y estrechar la mano de mi padre. Pero no fue así, tampoco fue la muerte la que lo impidió. Fueron aquellos, mi madre y mi padre, que no tiene corazón, aquellos que no aman, que no sufren, que no lloran, los que no me aceptaron y me rechazaron, los que me ofenden dieron, me maltrataron, me humillaron, fueron los que lo impidieron. Pero tu puedes ser diferente, no tienes por que ser igual a ellos, esta historia pude ser tu hijo, un familiar, un amigo. Entonces di no a la homofobia. Tú puedes.
 
Demasiado largo... creo que lo primero siempre es y será la aceptación personal, luego entonces, el resto. Si tú no te quieres ¿quién lo hará? Ello debe ser el primer paso para enfrentar la homofobia, comenzar por uno mismo.
 
Wao Pedro que historia más genial, me fue difícil leerla y no llorar, desgraciadamente aun en nuestra "Cuba" existen muchos Albertos, desgraciadamente es así, no puedo decirte que me identifico con la historia porque no es así, pero perfectamente pudo haber sido puesto que ese Alberto nació en la misma época que yo, y lo que más me duele que aún quedan secuelas, aún quedan marcas que se están transmitiendo de generación a generación como si fueran una enfermedad, Todos somos iguales, por favor hago un llamado a todos los y las del foro ayudemos a ser feliz aquellos que no piensan ni actúan igual que nosotros, digan no a la discriminación por orientación sexual.
 
Última edición por un moderador:
Este término se ha destinado para describir el rechazo, miedo, repudio, prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen a sí mismos como homosexuales. El uso cotidiano del vocablo incluye a las otras personas contempladas en la diversidad sexual, como ocurre con los bisexuales y los transexuales, incluyendo a aquellos seres que mantienen hábitos o actitudes que suelen ser atribuidos al sexo opuesto, como los metrosexuales.
 
Esta triste historia de Pedro debía de servirle a aquellos que aun hoy guardan el rezago del pasado y discriminan, humillan, ofenden, y hacen el escarnio público a personas que creen débiles, que por diversas razones no pueden imponer su voz pues se la han silenciado a golpes y malos tratos, si todos fuéramos capaz de alzar nuestras voces aun cuando no entendamos su decisión de ser diferente, seguro el mundo sería más feliz, si triste es ver un gay desfachatado, vulgar, es mucho más triste ver a un homofóbico arremetiendo con toda su carga de odio contra una persona, un ser humano indefenso y cuantos miramos esto a diario y seguimos de largo recriminando el acto pero sin la conciencia que debemos de hacer algo, aunque sea defender al más débil, no es necesario enfrentarlo a golpes tan solo con una palabra nuestra esta personita agredida se sentiría tan bien, el desamparo sería menor. Ayudemos todos.
 
Última edición por un moderador:
Yo respeto a todas las personas del mundo y en varios lugares he dejado saber que tengo amigas lesbianas o "diferentes" como les dice mi papá que son un amor, las amigas más linda, respetuosas y dedicadas que he conocido, apoyo el que quieran una vida con su pareja y luchen por ello, pero tampoco critico a las personas que no entienden o no quieren entender la preferencia sexual de otros, cada cual es un mundo y somos libres de pensar, opinar y decir lo que queramos... ahora sí creo que en ese proceso no debemos ni ofender ni agredir a nadie...
 
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