No se puede comparar una serie con otra porque son para demografías diferentes. ATLA se enfoca más para niños, al menos entre los 10 y 15 años. Es justo la edad cuando empecé a ver esa serie, que ni siquiera había salido la 3ra temporada. Así que la forma de pensar era una, y a Korra lo vi hace unos años, por lo que la forma de pensar era otra.
Por eso una serie no tiene comparación con la otra. Aparte, aunque sean continuación --de algún modo, porque es el mismo universo--, la historia difiere bastante.
Aang era un niño con todo el peso del mundo en sus hombros. Un siglo de diferencia de lo que conocía a lo que le tocó vivir. Salvo Bumi, todas las personas que conocía dejaron de existir. Hay que enfrentarse a eso de un modo que no es fácil. Sin embargo, él lo adoptó con un carácter deportivo porque no tenía otra opción. Además de que sus creencias le daban la base para experimentar esa espiritualidad necesaria para ser el Avatar. Cosa que tampoco lo tomó muy bien en ocasiones, sobre todo cuando se acercaba el cometa de Sozin. Las pesadillas que tuvo no fueron más que el miedo (entendible) de enfrentarse a un tipo con una experiencia increíble dominando un elemento que, para Aang, iba en contra de TODO lo que le enseñaron. Los monjes del aire, la tribu del aire en general, eran pacifistas. La nación del fuego, por el propio elemento y su naturaleza agresiva, no tiene nada que ver con la paz. Ergo, dominaron el mundo.
Korra. En primer lugar, ella tenía 17/18 años. O sea que ya era una adulta. Al menos por los estándares de la serie. Desde pequeña dominaba el agua, y aprender a dominar los otros elementos fue poco a poco, pero siempre sabiendo a lo que se enfrentaba. Obviamente, su juventud e impulsividad la envolvieron en tramas y subtramas políticas sobre todo. Cosas que los adultos entendemos, pero que para los niños puede resultar aburrida como mínimo. Por no hablar del final, que no haré spoiler para el que no la haya visto, pero ahí está.
Entonces, Korra es un spin off para los que crecimos viendo a Aang. Apela a nuestras ganas de regresar al mundo del avatar, y profundizar en su mitología.
En lo personal, hay muchas cosas de Korra que no me gustaron, pero quizá tengo que verla nuevamente. No es fácil ver un capítulo hoy y esperar tres meses para ver otro. Aunque Korra, como personaje, realmente no me simpatizó mucho.
De manera general, creo que cada serie tiene su propia identidad. Ambos son avatares que vivieron su momento, en medio de condiciones específicas. No se puede juzgar a uno por el mundo del otro.
Solo espero que la serie live action que planifican no la cague como el filme.