La mujer avanzó impasible hasra donde se encontraba su rival caído. En su cara se dibujó una expresión de satisfacción, acompñlada de cierto sadismo oculto al presenciarlo así, con la armadura rota, la espada desecha en mil esquirlas y el pelo revuelto pegado a la cara con su propia sangre.
Donde estaba su porte de guerrero ahora?
—Has sido reducido a nada, Soma!!!, gritó con euforia salvaje.
Entonces Jaina desenvainó lentamente su katana....
Donde estaba su porte de guerrero ahora?
—Has sido reducido a nada, Soma!!!, gritó con euforia salvaje.
Entonces Jaina desenvainó lentamente su katana....