Papá1
Nivel 3
- 214
- 380
En el mundo encontramos una gran variedad de personas, entre ellas están los que usan siempre la misma ropa, los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, los que siguen luchando cuando todo parece perdido, como si cada vez fuera la última vez, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren, pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina, pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado.
Todas estas personas tienen en sus cuerpos la misma cantidad de músculos, por sus venas corre el mismo caudal de sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu. La determinación de alcanzar la cima, a la que no se llega superando a los demás, sino superándose a uno mismo. Los tiempos que corren así lo exigen.
Abierto el Debate.
Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas, los que siguen luchando cuando todo parece perdido, como si cada vez fuera la última vez, convencidos de que la vida misma es un desafío. Sufren, pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina, pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado.
Todas estas personas tienen en sus cuerpos la misma cantidad de músculos, por sus venas corre el mismo caudal de sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu. La determinación de alcanzar la cima, a la que no se llega superando a los demás, sino superándose a uno mismo. Los tiempos que corren así lo exigen.
Abierto el Debate.