Según dictionary.com (un diccionario de argot en internet), simp se define como: “hombres que son demasiado atentos y sumisos a las mujeres, esperando, fútilmente, algún tipo de atención sexual u otra actividad de ellas”.
Debo admitir que he llegado un poco tarde a este tema, pero hasta el momento lo que he entendido se refiere a —generalmente pero no limitado a— un individuo del género masculino con una gran disposición a hacer cosas (en su mayoría, acciones físicas, como, por ejemplo, comprarle cosas) por una mujer. Esta última usualmente no tiene mucho interés en el mencionado individuo, pero él no pierde las esperanzas de tener una relación con ella.
Ahora bien, el término se ha generalizado, y del mismo modo en que se ha extendido el uso de “tóxico/a”, el de simpeo, simpear, en fin, ser un simp, también lo ha hecho, resumiendo lo que puede ser una acción romántica a lo que (de toda una vida) se ha conocido como el típico “perreo”, y no hablo del baile con reguetón.
Entonces, como enuncia este tema, ¿hasta qué punto podemos ser simps? ¿Dónde está el límite de lo que se puede considerar como romántico y lo que comienza a ser simpeo? ¿Es este otro término más que nos aleja en nuestras relaciones interpersonales por miedo a ser llamados de esta manera tan peyorativa?
***Vale aclarar que el propio término ya ha sido baneado en varios sitios, teniendo en cuenta su maleabilidad para ser utilizado en el ciberacoso, y en lo que esto puede generar.***
Debo admitir que he llegado un poco tarde a este tema, pero hasta el momento lo que he entendido se refiere a —generalmente pero no limitado a— un individuo del género masculino con una gran disposición a hacer cosas (en su mayoría, acciones físicas, como, por ejemplo, comprarle cosas) por una mujer. Esta última usualmente no tiene mucho interés en el mencionado individuo, pero él no pierde las esperanzas de tener una relación con ella.
Ahora bien, el término se ha generalizado, y del mismo modo en que se ha extendido el uso de “tóxico/a”, el de simpeo, simpear, en fin, ser un simp, también lo ha hecho, resumiendo lo que puede ser una acción romántica a lo que (de toda una vida) se ha conocido como el típico “perreo”, y no hablo del baile con reguetón.
Entonces, como enuncia este tema, ¿hasta qué punto podemos ser simps? ¿Dónde está el límite de lo que se puede considerar como romántico y lo que comienza a ser simpeo? ¿Es este otro término más que nos aleja en nuestras relaciones interpersonales por miedo a ser llamados de esta manera tan peyorativa?
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