El problema es que con medidas incompletas y justificaciones es imposible que las cosas mejoren, no han mejorado ni van a mejorar si no se hace lo necesario, o sea, para mejorar en primer lugar hace falta dejar de culpar al bloqueo de todo, porque para empezar un enemigo no existe para ayudarte sino existe para hacerte las cosas más difíciles, si te va mal no es por culpa de tu enemigo porque para eso existe tu enemigo y si eso no le convenía a alguien no se hubiera buscado ese enemigo, hubiera calculado mejor los pro y los contra de buscarse ese enemigo.
En segundo lugar si por un lado se permite algo y por otro se impide otra cosa ese algo de un comienzo no sirve de nada porque la otra cosa no permitida le impide hacer el efecto beneficioso deseado y se trata de una medida incompleta.
En resumen, no se puede estar con Dios y con el Diablo, o te pones en un bando o en otro, en la URSS en la época de la Perestroika también trataron de hacer algo como esto, un poco de libertad económica pero sin todo lo otro, y casualmente el resultado fue más o menos esto mismo, un empeoramiento generalizado de la situación, inflación, comercios vacíos, salarios insuficientes, caída de la producción, y en la URSS no tenían bloqueo y era el país más rico en recursos naturales del mundo, o lo tenían, el mismo bloqueo en sus cabezas que les impedía encontrar el camino para llegar a las soluciones.