Además de que la reencarnación se menciona en algunas religiones, se han registrado casos que hacen suponer que un alma podría haber pasado a un cuerpo nuevo.
Antojos
En algunas partes de Asia, cuando muere una persona, sus familiares le ponen una marca sobre el cuerpo -frecuentemente usando hollín- con la esperanza de que su alma se reencarne en la misma familia. Se dice que la marca se convierte en este caso en una mancha de nacimiento en un bebé que nacerá después.
'The Journal of Scientific Exploration' menciona varios casos de bebés nacidos con manchas correspondientes a las marcas dejadas sobre los cuerpos de sus familiares muertos, entre ellos está el caso de un bebé birmano, que a los dos años también llamó a su abuela de manera peculiar, igual que su difunto marido.
Bebé nacido con balazos
Ian Stevenson, un profesor de Psiquiatría de la Universidad de Virginia, se centró en el estudio de los defectos de nacimiento formados por causas desconocidas.
Uno de esos casos fue el de un bebé turco que, al parecer, llevaba vestigios de la vida de un hombre asesinado con una escopeta de un tiro en la parte derecha de la cabeza. El niño nació con una oreja deformada y la parte derecha facial subdesarrollada, defectos registrados en uno de cada 6.000 y en uno de cada 3.500 bebés respectivamente.
Reencarnado y con la misma escritura
Taranjit Singh es un niño indio que desde los dos años de edad decía que su nombre real era Satnam Singh, hijo de Jeet Singh, y que había nacido en otro pueblo a unos 60 kilómetros de su casa.
Relató que era estudiante de noveno curso cuando falleció en un
accidente de tráfico, y que llevaba 30 rupias en la cartera y libros que quedaron manchados con su sangre.
Al oír esta historia tan extraña, su padre Ranjit comprobó que en el pueblo mencionado un adolescente llamado Satnam Singh sí fue atropellado por un motociclista. Ranjit se encontró con dicha familia, que le confirmó los detalles mencionados por Taranjit. El último además identificó correctamente a Satnam en las fotos de la familia Singh.
El experto forense Vikram Raj Chauhan comparó la escritura del cuarderno de notas de Satnam con la de Taranjit y las encontró semejantes.