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La cinematografía es un mundo tan esquemático desde la visión popular de los tiempos actuales que a veces olvidamos el poder de la pureza en una obra. Como en muchas otras ramas de expresión y/o creación, lo independiente siempre trae joyas y aberraciones que —si así lo determinan el contexto, la capacidad e intenciones del artista— mezclan lo extravagante con lo satisfactoriamente perfecto para darnos cortometrajes como Possibly in Michigan.
Sobre este audiovisual no puedo decir mucho. No hay más información que las especulaciones y fichas técnicas de páginas como IMDb. La dirección y el guión fueron materializados por Cecelia Condit quien, según se especula, basó la obra en la experiencia más traumática de su vida: ser —sin darse cuenta, sin jamás notarlo realmente— pareja de un hombre que fue capaz de asesinar a su novia y guardar el cadáver en un baúl dentro del armario, baúl que muy probablemente, sin dudas, vio muchas veces Cecelia Condit. (Puedes buscar más datos en Wikipedia: Ira Einhorn, y compararlos con otros artículos donde se habla exclusivamente de Condit y su obra).
Las actrices Jill Sands y Karen Skladany encarnan a Sharon y Janice respectivamente; dos amigas que, mientras disfrutan de un paseo coqueto por el supermercado, son acechadas por un sujeto grotesco y espeluznante llamado Arthur que a su vez es interpretado bajo esa máscara tétrica e incómoda por la creativa y retorcida Cecelia Condit.
Canciones como estas, capaces de penetrar las profundidades de tu mente, fueron compuestas y cantadas por Karen Skladany quien logró con su peculiar y adictivo aporte dar al cortometraje esa aura creepypasta que lo ha vuelto memorable; a pesar de que las críticas han destrozado los posibles valores del audiovisual, irrelevante hasta su continuo, silencioso y popular ascenso en YouTube. Pocas cosas destacan tanto como lo que hasta ahora te he contado y mostrado; así que te invito a disfrutar del corto y también a buscar, si lo desconoces, el contexto macabro y repugnante del perrito y el microondas.
Buenas noches, aquí el audiovisual:
Sobre este audiovisual no puedo decir mucho. No hay más información que las especulaciones y fichas técnicas de páginas como IMDb. La dirección y el guión fueron materializados por Cecelia Condit quien, según se especula, basó la obra en la experiencia más traumática de su vida: ser —sin darse cuenta, sin jamás notarlo realmente— pareja de un hombre que fue capaz de asesinar a su novia y guardar el cadáver en un baúl dentro del armario, baúl que muy probablemente, sin dudas, vio muchas veces Cecelia Condit. (Puedes buscar más datos en Wikipedia: Ira Einhorn, y compararlos con otros artículos donde se habla exclusivamente de Condit y su obra).
Las actrices Jill Sands y Karen Skladany encarnan a Sharon y Janice respectivamente; dos amigas que, mientras disfrutan de un paseo coqueto por el supermercado, son acechadas por un sujeto grotesco y espeluznante llamado Arthur que a su vez es interpretado bajo esa máscara tétrica e incómoda por la creativa y retorcida Cecelia Condit.
Canciones como estas, capaces de penetrar las profundidades de tu mente, fueron compuestas y cantadas por Karen Skladany quien logró con su peculiar y adictivo aporte dar al cortometraje esa aura creepypasta que lo ha vuelto memorable; a pesar de que las críticas han destrozado los posibles valores del audiovisual, irrelevante hasta su continuo, silencioso y popular ascenso en YouTube. Pocas cosas destacan tanto como lo que hasta ahora te he contado y mostrado; así que te invito a disfrutar del corto y también a buscar, si lo desconoces, el contexto macabro y repugnante del perrito y el microondas.
Buenas noches, aquí el audiovisual: