El problema con los mangos de frutas es que el doradito sin pintas ni nada, apetecible, a todas luces jugosísimo, es probable que siga estando verde por dentro. Los maduradores tienden a madurar la fruta de afuera hacia dentro, lo cual quiere decir que vas a recoger algo que es capaz que te empache.
Los mangos humanos, por desgracia, en su mayoría son igual. No quiere decir que no exista la conjunción entre exterior e interior. Sí existe, y es hermoso ver algo como esto.
PERO.
Hoy en día es más probable que te encuentres a alguien con ese rostro simétrico perfecto, el cuerpo que echa humo, y cuando abre la boca, es igualiiiiiito al pavo real macho.
Para el que no sepa, el pavo real macho es precioso, en contraposición a la hembra. Él posee esa cola en abanico que hechiza, colores verdes y azules que parecen joyas. La hembra es de color gris opaco. Vamos, que no le dedicamos dos segundos.
Ahhh, se preguntarán: ¿y qué hace el pavo? Sencillo. Grazna. Chilla. Emite unos sonidos que te dejan sordo porque es lo más desagradable que te puedas imaginar. Al menos, cuando ves a una de esas criaturas, piensas que tendrás un bonito canto. Pues nop.
Y así son muchos/as en la vida real. Sobradas frases por ahí de "las apariencias engañan", "no juzgues a un libro por su portada", y un largo etcétera.
Porque sí, es verdad que las apariencias, o más bien, las primeras impresiones, son la base de muchas cosas hoy en día. Pero no es lo único por lo que debemos guiarnos.
Hay personas que no saben cuidarse. Por las razones que sean. Porque tienen problemas. Porque padecen algo mental. Pero las que son normales, a veces sólo prefieren estar cómodas en su propia piel. Si no le gusta al resto, bueno, que no mire. No venimos a complacerá a los demás. Lo que pasa es que la sociedad se ha ocupado de decirnos y taladrarnos que sí, que debemos guiarnos por lo que nos dicen los otros.
Ah, si hablamos de una entrevista de trabajo (que fue lo que me vino a la mente cuando empecé a leer esto) es muy probable que la apariencia sea algo que debes asumir. Solo porque está la doble moral de que hay que verse bien a los ojos de otros. Pero en el fondo, se trata de un sacrificio. ¿Valdrá la pena hacerlo? Puede que sí. Puede que no.
En lo personal, prefiero que la gente me demuestre lo que vale. Conozco a mil pavos reales. Es fácil darse cuenta de quiénes son. Ahora, un verdadero ruiseñor, esos son los que hay que prestar atención para encontrarlos.
Ps: hablamos de frutas, yo añado aves ?