La lucha libre ha sido popular desde las primeras civilizaciones históricas y existen documentos que así lo atestiguan. Los egipcios y babilonios representaron en relieves a luchadores que usaban la mayoría de las presas que se conocen en el deporte moderno. En la antigua Grecia, la lucha libre tuvo un lugar prominente en obras legendarias y literarias; la competición de lucha libre, brutal en muchos aspectos, era la prueba máxima de los Juegos Olímpicos. Los romanos adaptaron la lucha griega, eliminando algunos de sus aspectos más brutales y añadiendo otros nuevos. Japón tiene una tradición de lucha libre que se remonta a más de 2.000 años. El primer combate del que existe constancia documental en los anales de la lucha libre japonesa es del año 23 a.c.

¿Sabías que existieron gladiadoras romanas?

Los antiguos romanos no sólo disfrutaban de ver correr la sangre en violentas peleas entre hombres. Hubo espectáculos donde las mujeres gladiadoras igual peleaban ferozmente por sus vidas. En aquellos años eran conocidas como gladiatrix y sus peleas eran tan esperadas como las de sus homólogos hombres, quizá no siendo tan fuertes, pero no exentas de violencia, sangre y muerte.

La lucha de estilo libre en categorías femeninas tiene un auge creciente en todo el mundo. En la década de 1980 se creó un campeonato del mundo femenino y cada año acuden más países con sus equipos de lucha.

La mujer se incorporó a la lucha olímpica en el año 1984