Marines
Nivel 3
- 179
- 317
Todo aquel que escriba sus cositas y las quiera compartir con todos, pos las puede dejar x aqui, este que subiré ahora no es algo de mi autoría pero si de una muy buena amiga.
... tan hermosas, tan radiantes,
las estrellas brillaban,
mientras q el cielo nocturno adornaban,
bajo algún lugar de ese cielo
yo me hallaba ...
para ser precisa
en una vieja estación de trenes casi abandonada.
Inhalaba;
Exhalaba;
Inhalaba;
Exhalaba
(un suspiro q suavemente de mis labios escapaba).
Sentí como mi corazón se acaleraba
ante el roce de cada mirada,
cada mirada q el tan tiernamente me regalaba.
Lleve mi mano al encuentro con su mejilla,
y de ella deje surgir cálidas caricias.
Pude notar como con sutil timidez
su cuerpo se estremecía,
ante aquel nuevo encuentro entre su piel y la mía.
Mis ojos cerré, y respiré.
Quise sentir el sublime baile
de cada uno de mis poros con los de su piel.
Quise ahogar esas ancias q me mataban,
esas ganas q me invadían, y q a gritos me decian:
q era una injusticia mantenerlas cautivas.
No las reprimí más, las liberé,
deje que sobre mi tomasen el poder.
Y cuando menos lo esperaba,
fundida entre sus manos me hallaba.
Sus brazoss me rodearon,
nuestros cuerpos se sincronizaron;
sentía como su corazón dentro del mío latía,
ambos se presipitaban de alegría.
Mientras q en mi mente sólo existía,
la idea de que en aquel abrazo
quería; dejar impregnado en su piel,
parte de mi propia vida.
... tan hermosas, tan radiantes,
las estrellas brillaban,
mientras q el cielo nocturno adornaban,
bajo algún lugar de ese cielo
yo me hallaba ...
para ser precisa
en una vieja estación de trenes casi abandonada.
Inhalaba;
Exhalaba;
Inhalaba;
Exhalaba
(un suspiro q suavemente de mis labios escapaba).
Sentí como mi corazón se acaleraba
ante el roce de cada mirada,
cada mirada q el tan tiernamente me regalaba.
Lleve mi mano al encuentro con su mejilla,
y de ella deje surgir cálidas caricias.
Pude notar como con sutil timidez
su cuerpo se estremecía,
ante aquel nuevo encuentro entre su piel y la mía.
Mis ojos cerré, y respiré.
Quise sentir el sublime baile
de cada uno de mis poros con los de su piel.
Quise ahogar esas ancias q me mataban,
esas ganas q me invadían, y q a gritos me decian:
q era una injusticia mantenerlas cautivas.
No las reprimí más, las liberé,
deje que sobre mi tomasen el poder.
Y cuando menos lo esperaba,
fundida entre sus manos me hallaba.
Sus brazoss me rodearon,
nuestros cuerpos se sincronizaron;
sentía como su corazón dentro del mío latía,
ambos se presipitaban de alegría.
Mientras q en mi mente sólo existía,
la idea de que en aquel abrazo
quería; dejar impregnado en su piel,
parte de mi propia vida.