La respuesta a esa pregunta pues, depende. Existen muchas cosas a tener en cuenta, la importancia de lo prometido, la importancia de la persona a quien le prometes, y las circunstancias en que lo hiciste y los motivos que te llevaron a eso. También hay que tener en cuenta si dejo de tener validez esa promesa o si el significado que tuvo ya no está presente. Otra cosa que cada cual debería ser capaz de comprender hasta donde puede llegar, sus límites, de manera que evitemos promesas que no se puedan cumplir. Porque como decía
Angelo eso de "nunca te abandonaré" pues... La vida la muchas vueltas. Y como decía
OscaritoD , depender de algo más para cumplí con algo tan sencillo como eso también puede romper una palabra. Ahora, hay que tener en cuenta que "la palabra" debería respetarse, y ser en si misma suficiente para no romperla. Hablamos de ser consecuente con lo dicho. Hay demasiadas situaciones en esta vida que te pueden llevar a romper esa promesa, sin embargo, también están en juego otras cosas, la confianza y/o esperanza de la otra persona. Y creo que hablarlo sería en este caso la mejor opción, sobre todo tener intenciones claras y sanas, y no un trasfondo oscuro en el momento de hablar.
Ahora, en caso, no suelo prometer nada que se que no voy a cumplir o no poder cumplir. Al menos lo pienso mucho, ya si no puedo después de haberlo prometido pues algo pasó. Sin embargo me queda ese sabor amargo en la conciencia. Y cuando es muy importante pues puedo llegar hasta censurarme duramente. Normalmente se cuáles son mis límites en este aspecto, y "mi palabra Dada" ya por si sola encierra una especie de promesa que no suelo olvidar ni tomar a la ligera.