CAPITULO 1: ANTES DE TODO
Narra el alto rey Elvens:

03/08/2518

Hace 3 meses tuve un sueño que no me deja de dar vueltas en la cabeza.

Veía cómo se destruían ante mí todos mis hermanos de raza. Es algo triste, si me lo preguntan. Aunque sé que no lo harán.

De todas formas recordar lo que ví me ha llevado a preguntarme si realmente puede pasar. No digo que los deloreans sean malas personas, al menos a mi parecer son civilizados, pero su reina es tan cruel y detestable como cualquier reina de cuentos de fantasmas que se le narran a los pequeños.

- Su majestad. - Interrumpe mis pensamientos una voz dulce y muy calmada, le busco con la vista, en dirección a la puerta de mis aposentos, pero esta, está cerrada.

- Adelante. Está abierto. - Con delicadeza empujan la puerta y tal como pensaba, es ella, la que está frente a mi. Mi pequeña princesa, mi nieta adorada. Sin pensarlo mucho abro mis brazos y sonrío, y ella se lanza corriendo a mi cama.

-Es hora, abuelo. Hay que despertar y comenzar a trabajar.

Sus orejas son pequeñas y con una tierna coloración rosada, sus labios gruesos, su cabello es color plata como el mío, su pequeño cuerpo menudo de apenas unos 100 años apenas (en pocas palabras tiene unos: 10 años humanos) y esa sonrisa encantadora que ilumina mis días. Sus ojos dorados se clavan en mi al verme algo pensativo.

- ¿Todo está bien? - Pregunta nerviosa, ella sabe que desde que tuve esa pesadilla no dejo de prepararlo todo para la guerra, pero nuestro Dios no dice nada. Se limita a asentir cuando le hago preguntas.

-Si, pequeña. Todo está bien - miento.

- De acuerdo. Aquí está el intinerario.- Me entrega un pergamino con todo lo que he de hacer hoy.

-¿Le digo a Constantine que te prepare el desayuno y el baño?

- Claro, pequeña. Faltaría más. - Sus ojos brillan y se sacude el vestido color miel que trae puesto, luego hace una reverencia y se aleja por la puerta lentamente.

- Aeolian - le digo antes de que se marche.

- ¡¿Sí...?! - Me mira dubitativa.

- ¿Viste las estrellas anoche? - Sonríe y asiente.

- Siempre. - Se aleja, mientras, me pongo de pie.

He vivido demasiado, los años me pesan, he visto nacer a razas y es que tener 25 siglos de edad es demasiado, incluso para mí.

Me acerco al espejo y puedo ver mi desordenado cabello plateado caer sobre mis hombros, miro mis ojos de iris blanco frente al mismo y mientras peino mi cabellera observo las arrugas que ahora comienzan a notarse en mi frente y manos.

La punta azulada de mis orejas ya es opaca, sonrío. - Nada es permanente en esta vida.

- Mi rey. Ya tiene el baño y el desayuno listo. ¿Cuál desea tomar primero?



Escucho la voz de mi querida Constantine en la puerta, mi ama de llaves preferida, lleva 3 siglos conmigo, prácticamente la vi nacer, su cabellera es de un hermoso color menta, que le da a mitad de cuello.

Sus ojos rojos hacen que se agite la vida de cualquier ser, es una elven de bosque, le encanta el jardín, es demasiado meticulosa cuando se trata de lo que le gusta hacer, sus orejas se mueven de un lado a otro y finalmente sonríe entre sus finos labios, es casi tan alta como mi hijo el rey.

- El desayuno, por favor. - Llevo la mano al intinerario y comienzo a leer a la par que la sigo por los corredores del palacio. Examino con detenimiento cada una de las cosas que está escrita.

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En el intinerario se puede leer ampliamente.

• Celebrar audiencia _ 09:30

• Gestionar tratado comercial con los Khuzduls _ 13:50

• Planificar baile de estación _ 15:00

• Alta reunión con el gremio _ 17:00

• Juego de estrategia militar con los caballeros _ 20:00
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- Vaya día tengo hoy. - suspiro agobiado, mientras Constantine solo se digna a sonreir.

-¿Algo que desee aplazar, su majestad? - Me sonríe cálidamente entiende mi pesar, mis ojos brillan con emoción, pero luego recuerdo que todas mis actividades son necesarias para hoy mismo y giro la cabeza, mirando a través de los ventanales del castillo, rumbo al jardín.

- Me encantaría, pero hoy no puedo salir de ninguno de estos compromisos. Es una pena. -Constantine asiente con la mirada y me lleva justo a la sala de comidas dentro del castillo, dónde me sienta y me entrega mi desayuno caliente, junto con otro pergamino un poco más largo, es el periódico del reino, en el que están las noticias del día anterior.

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Narra el rey:

Me había despertado temprano para poder hacer todo cuánto necesitaba. El proyecto secreto que me había orientado mi padre el alto rey Keyant realizar estaba en un proceso largo y tedioso.

Desde que tuvo la premonición de que algo devastador podía pasar en el universo comenzó a orientarme tantas y tantas cosas que tuve que hablar únicamente con la facción de los elfos del bosque para que me apoyaran. Despejamos casi una provincia entera, mi padre quería crear un arca. La cual contaba con nada más y nada menos que 7 pisos.



Diseño arquitectónico que creó el rey.

(Tengan imaginación por favor, esto es una nave espacial ಥ‿ಥ)

No tengo idea de cómo pasó... Pero terminó midiendo 50km de largo y 75 de alto.

Cada zona tenía propuesta y asignada su propia función. Sin pensarlo, peino mi cabellera dorada con mis manos, colocándola detrás de mis orejas y sonrío, viendo de lo que somos capaces, con la grata ayuda de los Khuzduls, aunque ellos no lo sepan, claro está.

Setenta y ocho días de contrucción, solo de la parte externa, sin añadirle aún los recubrimientos.

Hago sonar mi cuello y clavo mis ojos color sol en mis trabajadores con una sonrisa sincera que espero sea encantadora.

- Muy bien, señores. - Mi voz sonaba tranquila y decidida, muy fuerte y dicen algunos que muy varonil, como la voz de mi padre cuando estaba más jóven.

- Esto es todo por hoy. -Miraba al reloj de mi mano derecha (Era un reloj de sol, echo de oro) - Son ya las cinco de la tarde. Así que, supongo que esto es todo. Nos vemos a las tres de la madrugada mañana, como siempre. En un año esta belleza tiene que estar lista.
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Regresaba a casa montado en mi pegaso cuando un estruendo en el medio del camino hizo que se espantara, caía como del cielo y no pude discernir bien de dónde provenía.

Automáticamente el corcel emprendió vuelo conmigo encima, mientras, buscaba mantener la calma veía como me alejaba de mi guardia real, impotente, respiré profundo y comencé a hacer pequeños susurros con el objetivo de tranquilizar a mi fuerte y brío animal.

Atravesamos las nubes y justo cuando ya estábamos lo suficientemente alto, tire de las riendas con fuerza. Ante tal acto mi corcel se detiene, y comenzamos a descender una vez ya se ha relajado lo suficiente. Sin mediar palabra, espoleé al caballo y este trotaba entre las nubes rumbo al lugar del que partimos hacía pocos minutos.

Comenzamos a alcanzar esa zona y mis ojos se abrieron como platos, lo que estaba frente a mí era algo que nunca antes había visto, se enfrentaba con mis guardias y los consumía lentamente, como degustándolos.

- Pero... ¡¿Qué demonios?!

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Nota de la autora:

Jjjj.... ¿Les gustó el capítulo?

CAPITULO 2: CHAOS
- Pero... ¡¿Qué demonios?! - Al escuchar mis palabras el extraño ser giró su cabeza en mi dirección, creando un sonido atronador como de huesos rotos, solo nos distanciaban unos escasos 10 metros que para mí lucían como pocos centímetros.

Su figura aterradora yacía ante mí, a su vez mi organismo dejó escapar todo el aire que tenía en mis pulmones, poco a poco, en ese preciso momento un entumecimiento de mis extremidades al punto de hacerme creer que mi sangre dejaba de recorrer por mis venas, recorrió mi cuerpo, entretanto largos y venenosos segundos se apoderaban de mi silencio, sin poder respirar con normalidad ni moverme.

Mi cuerpo se paralizó, mi pulso se hizo cada vez más agitado, mi cabeza daba vueltas, sentí una extraña sensación de que tenía la boca seca, tragué grueso mientras mis manos trepidaban sin control. No sabía lo que estaba pasando, el miedo a lo desconocido se había apoderado de mí ser.

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La criatura lucía una viscosa piel color negro como el petróleo, su olor resultaba nauseabundo como a muerte y carroña, su cabeza asemejaba a la de una pantera, su cuerpo al de una serpiente, más tenía 4 patas enormes, sus penetrantes ojos dorados inyectados de sangre anunciaban la muerte de quien le miraba fijamente.

Sus colmillos afilados de aproximadamente 1 metro salían de entre su boca como cuchillas transparentes, aparentemente manipulaba las células de su cuerpo pues largos flagelos con puntas afiladas salían de su espalda y su cola, se contraían y alargaban a su placer, sus garras eran enormes, medían unos 4m de largo.

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La bestia rugía de forma gutural, mientras un aura invisible de color púrpura se esparcía por todo el lugar, dejando al rey helado sobre su caballo.

Pero este no se iba a amilanar, tratando de recomponerse, aún nervioso, cerró los ojos buscando calmar sus impulsos de correr, creando sobre él una pequeña cúpula defensiva, mientras desenvainaba con su mano izquierda la espada que yacía sobre la montura de su corcel, acto seguido se proyectó de su pegaso en dirección al desconocido ser acortando la distancia que tenían entre ellos con agilidad, posteriormente invocó un arco con flechas de luz, mientras se posicionaba para atacar y retirarse un par de veces.

Al ver que su oponente estaba nervioso y asustado, la bestia aparentemente sonríe de forma arrogante, achicando sus ojos y relamiéndose como un gato con su lengua bífida, mientras se para a dos patas alcanzando una seria estatura de 18m, y con una de sus fustas agarra el inerte cuerpo de un moribundo soldado abriendo su boca, arranca de un tajo su cabeza haciendo un sonido crujiente, salpicando hacia todos lados sangre en proporciones desmesuradas.

El gran soberano horrorizado y muy furioso atacó sin pensar lanzando 5 flechas a su enemigo, el cual disfrutaba con júbilo las sensaciones que les hacía sentir el poder de enloquecer a su oponente, sin demora esquivó todas y cada una de las flechas, para al instante abalanzarse sobre él a gran velocidad para lanzarlo de un golpe a unos 30 metros en la profundidad del bosque lejos del camino, rompiendo par de costillas al elven que estaba hacía pocos segundos frente a él.

Con un corte profundo en el abdomen, desgarrando los tejidos en busca de mayor placer y poder. El joven monarca soltó un alarido atronador que recorrió la zona, y acto seguido una cantidad mediana de sangre se desborda de su herida, soltando la espada por unos segundos y cayendo de rodillas al suelo ahogando otro gemido.

- ¿Te rindes tan rápido? - Hablaba la bestia con tono arrogante, llegando a su nuevo destino y aparentemente con 5 voces a la vez, algo perturbador, mientras hacía sonidos acuosos como si estuviera babeando.

- Acaso ¿crees que me voy a rendir ante algo tan asqueroso como tú? - Su voz era entrecortada, ronca y agitada mientras apretaba los dientes rasgó sus ropas para sellar la herida recibida, en busca de evitar morir por hemorragia. Hecho esto, apretando los dientes, se apresuró en busca de una poción de salud que le devolviera la estabilidad.

- ¿No me vas a matar? ¿Qué estás esperando?

- Ohhhhujojojo ¡Claro que te mataré! Pero primero... - hizo una pausa escalofriante mientras reía de manera desquiciada. - te haré sufrir.

Su larga pausa, antes de pronunciar su venidero veredicto, descolocaba al emperador, quién no dudó en aprovechar que este tan confiado animal parlante se diera la vuelta para beber la poción de salud que poseía, agarrar su espada, y dar un salto para lanzar una certera estocada a sus tendones, pero cuál fue la sorpresa del monarca cuando de forma relajada el enorme animal, se giró hacia el rey sonriendo de manera perturbadora.

- ¡Qué divertido! ¿¡Aún te quedan fuerzas!?, Esto será tan interesante. - Alargaba de forma innecesaria la palabra tan, mientras se hacía el lastimado de la manera más forzada posible.

- ¡Oh que dolor! - Colocó su pata derecha delantera sobre su rostro felino.

- ¿Qué viene ahora?, ¿Fuegos artificiales? - Arrancó la espada de su cuerpo como si nada, completamente limpia y, sin inmutarse ni un poco, dio una zancada rápida abriendo la boca lo más posible babeando.

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Narra un oficial darkelven:

Caminaba con tranquilidad con las manos en los bolsillos por el lugar con una sonrisa en su rostro demasiado casual y sin mucha prisa aparentemente.

-Vaya día hoy. - Suspiro y elevo la mirada al cielo, mientras saco un cantimplora con un líquido que hacía aguar mi boca, bebo de ella mientras sonrío, y dejo escapar un sonido complaciente.

- Cerveza. Líquido de los dioses. Toma ya Fred eres todo un pro en esto de las frases épicas a que sí - Mi nariz se pone medio colorada, mientras el picante líquido recorre mí garganta con premura y un pequeño hipo se apodera de mi ser sin dejar de sonreír, mientras sigo mi camino.

-Precisamente hoy tengo que buscar al rey de los ligthelvens, como si fuera recadero o algo, que soy el más fuerte de los hijos del duque Lionheart que poco respeto. - Me palmeo un poco la frente con indignación y suspiro suavemente. - ¡Venga ya! Dinero es dinero.

El chico tenía una cabellera a media espalda y al igual que sus ojos era de un negro tan profundo y brillante como la noche misma, su piel pálida como la porcelana resplandecía ante la delicada luz dorada que se colaba entre las copiosas y majestuosas copas de los árboles, entretanto un frío aire primaveral le envolvía a la vez que mordía el inferior de sus labios gruesos de un tono rosado pálido, enzarzando una belleza natural única.

Su aspecto estaba meticulosamente cuidado a pesar de notarse que amaba beber no se evidenciaba descuidado alguno. Su ropa era holgada y metódicamente organizada. Suspiró prestando atención a su entorno y fue cuando sintió el trinar desesperado de las aves que se le aproximaban.



- Ese sonido; me parece... ¿Una pelea? - Corrí tratando de disimular mis pasos usando las sombras a mi favor para acercarme lo más posible a donde provenían los ruidos extraños que sentía a lo lejos. Y al asomarme me percato de que una especie de quimera estaba a punto de arrancarle el cuello al rey que tenía que entregar mi carta.

- Vaya suerte tío... tendré que meterme en medio de esa cosa y el rey, que día más movidito llevas Frederick.

De su boca se escapa un sonido de cansancio y se lleva la mano izquierda a la barbilla como pensando, tras menos de un segundo se lanza con su espada a cortar los flagelos que iban en dirección al rey para luego encajar su espada en la cabeza del animal sin problemas y con una rapidez impensable, sonríe victorioso a la vez que se aleja a levantar al rey de su lugar, sin prestarle atención al cuerpo de la bestia.

-¿Realmente crees que eso me va a detener? -La voz de 5 personas diferentes sonaba a su espalda y al llevar la mira a donde provenían los sonidos solo pudo echarse hacia atrás sintiendo como un flagelo le rozaba la nuca. Automáticamente siente el asqueroso aroma de la bestia y se tapa la nariz.

- Vaya aroma te cargas tío. Por dios. -Su tono era despreocupado y cómodo. - ¿Quieres mentitas?

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Narra el rey:

La bestia me tenía contra las cuerdas y justo cuando pensé expirar mi último aliento ese extraño darkelven me salvó. Me puse de pie y comencé a realizar mi invocación lo más bajo posible cuando escuché la frase del desconocido, que aunque no lo entendí muy bien me sacó una sonrisa.

- Vaya agomma ti catgas tjio. Pog dìos. ¿Quieguès mentitagg? (es como un francés tratando de hablar español jjj, si lo desean luego les muestro el porqué de este fenómeno también)

Parece un buen chico sin duda - pensé para luego reír ante su ocurrencia.

La risa del rey hace un poco de eco entre la seriedad de la bestia y la locura del darkelvens y ambos se giran hacia él desconcertados.

- Huy perdón. Sigan con lo suyo, no vamos a arruinar la tan interesante trama que se ha creado.

- Como si nada se giran de nuevo a sus posiciones y la bestia habla.

Soy emisario del infierno, no hay elven que pueda derrotarme.

- Esò ya lo veguemosh, pogg ahoga tomà. - Se saca del bolsillo algo que no logro distinguir bien dada la distancia a la que están ahora de mi, y se lo tira a la cara.

-Matica eso pogg un gaatò. - Aprovechando la distracción se lanza sobre la enorme criatura con su espada por delante y en el aire pega un brinco acertando a dividir desde la frente hasta debajo de la 4ta costilla de la bestia con su espada larga, haciendo que callera sobre sus patas delanteras.

Lo más asombroso fue que dentro de la criatura no había nada, ni órganos, ni músculos, ni nada, ni siquiera sangre o algún aparente y de cada mitad cortada salió una cabeza, cuello y un nuevo par de pectorales, con dos patas delanteras muy musculosas, ahora la bestia era doblemente aterradora, mi hechizo casi estaba completado, pero la duda me asaltaba, ¿sería mi magia de luz rival para la bestia?

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NOTA: ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que el rey podrá salir de esta ileso?

CAPITULO 3: NO ME GUSTAN LAS DESPEDIDAS
Nota de la autora:

Perdón por demorar este capítulo tanto. Sufrí de un bloqueo estos meses y por mucho que quería fue imposible para mí escribir ni una línea, además entre problemas personales y otras cosas fue agobiante este período, pero os prometo que les recompensaré.

Ahora sin más preámbulos comenzamos:

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Narra Frederick Lionherart:

Y ahí estaba yo, temblando como conejito en invierno a la espera de que me devore un lobo feroz como a un bocata. Por otro lado, fingiendo que no pasaba nada, aperentaba ser el hombre más interesante de toda la puta galaxia. (OJO: se empleará para el masculino de cada raza la palabra Hombre con todos sus asociados y para el femenino de cada raza Mujer y todos sus asociados)

Justo cuando veía mi fin inminente, ¡y venga y se me ocurren chistes malos!, como para no salir de casa ¡vamos!

¿Quién ordenó payaso de elven, medio borracho y con poca experiencia de combate a las 20:15?, no respondan es una pregunta retórica, aunque la respuesta es clara.

Sin embargo me mostraba resistente como muralla de Windwalker (el mencionado es el equivalente a la ciudad de los elfos helados en las montañas donde tienen lo más parecido a una muralla china que pueda existir), sin mostrar ni un ápice de debilidad en mi cuerpo, pero, por dentro rogándole al cielo y a todos los dioses, si es que existían, que me permitieran sobrevivir en esa batalla o, por el contrario, morir de una manera honorable, al menos.

Y la oportunidad se me presentó, mientras batallaba con el maldito mutante, este dejó una brecha que yo aproveché al máximo: enterrando mi espada detrás de él, desde la frente hasta más o menos, la cuarta costilla del animal. Ahí empezó el verdadero terror.

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Al dividir a la bestia casi a la mitad y ver que no poseía nada dentro se me heló la sangre.

Mi respiración se hizo mucho más pesada y comencé a experimentar mareos, pero ni me moví del lugar y comencé a entender que la bestia poseía alguna especie de magia que causaba temor en sus enemigos, rápidamente miré en dirección del rey para percatarme de que su pelo se elevaba en el aire y comenzaba a agitarse como si estuviera envuelto en una mini fuente de aire, mientras comenzaba a brillar, sin duda alguna emanaba de su cuerpo una calidez que me hizo calmar mi ansiedad y concentrarme en idear un plan lógico.

En su rostro se denotaba su preocupación inminente y mi orgullo comenzó a regresar. Me hundí entonces en la sombra de mi enemigo y comencé a tirarlo hacia mí con la intención de dejarlo entre el mundo real y el de las sombras para que recibiera el impacto completo de lo que fuese que tramara el rey para deshacernos de la bestia.

Sin embargo y contra todo pronóstico realizable esta (la bestia) se convirtió en 2 cabezas parte de un mismo cuerpo.

—¿Es mi fin...? —Me cuestioné por unos segundos mientras me sujetaba de sus patas traseras y buscaba capturar su cola entre la espesa masa negra que hacía función de nexo acuoso para con la realidad y el inframundo al que le arrastraba.

—¿Y ahora? ¿Y ahora qué? —El vacío blanquecino dentro de mi mente hizo eco en lo profundo de mí ser, resonando de forma abismal, inevitablemente separando todo criterio que tenía antes de la pelea y después de este crítico suceso.

— ¡Moriré por el bien de este mundo! —Traté de convencer a mis sentidos desde lo cóncavo de mi existencia, mi propia trampa para mi imposible de superar, entonces, sin esperanzas de sobrevivir y determinado a continuar tirando de la bestia, con la mayor de mis fuerzas cerré el portal atorándole, y el animal me dio un coletazo brutal, que hizo que perdiera el conocimiento por unos minutos.

Pero es fue el tiempo que el rey necesitó para con un par de oraciones de las que no entendí una v3rrr... ejem de las que no entendí nada, bueno también cabe recalcar que debajo de esas aguas pantanosas en las que estaba tampoco es que hubiese la mejor conexión telepática que digamos. En fin a lo que iba:

¡¡¡NARRADORA!!!

Exactamente querido Fred, el rey realizó una evocación digna de él creando a su alrededor un total de mil quinientas treinta y dos flechas de luz, una cantidad desmesurada si me permiten añadir y de la cual evidentemente la bestia no iba ser capaz de huir y menos en la situación en la que se encontraba. Sin mostrar demasiado agotamiento se dispuso a apuntar en todas direcciones y en fracción de segundos se dispararon todas a la vez. En ese momento lo que perecía un baño de sol rodeo a la viscosa bestia y la hizo trizas tan diminutas como rocío dejando en su lugar una gema color carmesí de grandes proporciones. Por su parte Fred yacía inmóvil flotando inconsciente entre las turbias aguas de su profundo lago de sombras...

— ¡¿Yo?!

— Ejem, ¿me dejas continuar Fred?

— Ah claro, claro...

— Os decía, entonces el rey sin más, atrapó a Fred por el dorso de su camisa, tiró de él y le curó instantáneamente sonriendo mientras colocaba una mano sobre su cara con aparente migraña.

— Recuerdo ese momento narradora, me sentí tan agradecido con el rey que intenté compartir un poco de mí bebida con él, y...

—Fred siente los instintos de asesinato detrás de su cabeza, tose disimuladamente y desaparece hundiéndose en su propia sombra con la mayor cautela del universo.

— Prosigo chicos. — Alega la narradora con cara de gatito y aura morada saliendo de ella. — Como os comentaba, el rey parecía poseer una gran jaqueca y eso es producto a que mayormente curar a una persona requiere mucho gasto de maná, ya con Fred listo y tras entregarle la carta se dispusieron a marcharse como si uno hubiera pasado nada y es ahí donde la vida les cambió para siempre.

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A su alrededor cerca de cien bestias igual que la anterior pero un poco más pequeñas como de dos metros de largo aproximadamente sin contar la cola que se podía extender un metro más, rodeaban a nuestros héroes.

Fred tragó en seco, ya sabía que su magia de oscuridad no podía hacer ningún efecto en las bestias tras escrutarlas con detenimiento, además el rey estaba agotado y la noche ya había caído. Su pulso se precipitaba sin poder contenerlo, habían pasado por mucho y al parecer no era suficiente con convertir a la bestia en añicos, sin embargo el rey permaneció en silencio, miraba a su alrededor y simplemente sonrió, tragó grueso y dijo:

—Es la misma bestia.

—El qué de qué no,no,no puede ser. — Alego Fred intimidado pero atento. Y en ese instante las bestias hablaron al unísono.

—No pueden destruir algo indestructible, no pueden reparar algo irreparable, no pueden construir algo inconstructible.

—No pueden digerir algo indigerible — Completo Fred mofándose de las bestias en un intento fallido de calmar su ansiedad, para luego maldecirse mentalmente por lo que dijo al escuchar la respuesta de las bestias enfadadas.

—¿Osas burlarte de nosotros maldito mortal? — El rostro de los seres era un poema se notaba la ira y el odio además de el hambre emanando de ellos.

—¿Quién? ¡¿Yo?! ¡Jamás! —sentenció Fred mirando al cielo con tono burlesco, para luego volver a maldecirse para sus adentros, era algo que simplemente no podía evitar.

—¿Acaso crees que saldrás ileso de esta, mortal? — comentaron nuevamente al unísono entre risas roncas y desagradables.

—Yo sí, ustedes no — Hizo sonar sus dedos y su cuello como amenaza mientras el rey solo le miraba y sonreía como si mirase a un niño pequeño.

—De acuerdo, emmm, Frederick — alegó el rey de forma telepática en Fred para mantener una conversación privada.

—Dígame su majestad. (Ojo chicos y chicas, recuerden que los acentos se mantienen, pero para su mejor comprensión se escribirán de forma concreta para evitar malentendidos)

—¿Qué necesita? Usted diga lo que necesite y si está en mi mano, claro está…

—Bien muchacho —prosiguió el rey —,lo primero es mantener la calma, porque de otra forma entraremos en pánico, veo que escrutaste al enemigo ¿Qué descubriste?

—Su majestad, son débiles a la luz, el rayo y la electricidad, pero son afines con el fuego, el hielo y la oscuridad. Los ataques directos no le afectan por lo que se pude constatar que son engominados, esto esto es, es esto todo, todo es, tote todo es, to es esto, estoes, se desteto el teto o se tostó el tote, de tete es ESTO ES TODO lo que he descubierto — Contestó casi nervioso y sin poder tragar bien, Fred, algo avergonzado.

—Bien hecho muchacho, ahora te diré lo que descubrí yo — Continuó el rey aguantando una risa, tratando de mantener profesionalidad.

—De acuerdo su alteza.

—Descubrí que tiene una gema carmesí que debe ser su punto débil, solo una de las bestias debe tener la gema en su interior y las demás son extensiones de la misma, debemos usar algún método que sea como un anticoagulante para ellos que sirva para impedir que se regeneren rápidamente, debemos tener cuidado con no favorecer ninguno de sus puntos fuertes.

Todo esto se decían mientras batallaban contra las bestias, evitando hacer cortes solo golpeaban con flechas y birotes envenenados en puntos como: patas, colas, ojos y narises, eliminando buena canridad de bestias, que no le daban descanso ni un segundo, y les llevaban al agotamiento casi total.

P ero seguían planeando en silencio el ataque definitivo, casi al punto de perder sus fuerzas llegaron a un acuerdo.

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—Muchacho, escucha con atención mi pregunta, de ella depende mucho nuestro futuro. ¿Qué tan lejos te puede llevar las sombras que dominas?

A Fred le heló la sangre semejante pregunta.

—¿Qué trama majestad? No puede ponerse en riesgo es mi deber protegerle además...

—Muchacho —dijo el rey como un susurro que hizo eco en su mente. — ¿Qué clase de rey sería si me pusiera por delante de jóvenes como tú? Tengo una niña pequeña con apenas 100 años de edad, se llama Aeolian y es hermosa, mi mujer, la reina, es muy inteligente y mi hijo el príncipe Amenadiel será un rey bueno para el pueblo. Esta bestia es solo la primera oleada...

—Por eso, su majestad, necesitamos de usted ahora más que nunca. —Interrumpió Fred compungido.

—Muchacho. —El rey esta vez le sonríe desde su posición y escupe una buena cantidad de sangre al suelo. —Ya cargué todo mi poder al límite, ya no hay marcha atrás, tendrás unos segundos para recoger la gema y romperla, es un sacrificio que merece la pena ser ejecutado, confío en ti y te lego a mi hija, cuídala por amor de dios.

Fred se acongojó, unos enormes goterones rodaron por sus mejillas sin poder ocultarlo. —Su alteza debe haber otra manera, usted a eliminado ya a 40 de estas bestias.

—Si joven Frederick, pero esto si no hacemos lo que te oriento acabarán volviendo a la vida y será mucho peor, miles o millones de los nuestros morirán. Jóvenes como tú es lo que necesitamos. No dudes más, puedes sobrevivir al estallido y notificar que el rey se sacrificó por todos, idear un plan que valga la pena.

— Me rehúso su alteza, con la mayor de las disculpas. Pero no pienso permitir que usted muera hoy aquí.

El rey entonces dijo algo que quedó grabado a fuego en la mente del muchacho para toda la vida :

El deber de un hombre está donde esté la justicia, el deber de un rey es proteger esa justicia.

Entonces Fred aún nervioso y tenso se molestó más consigo mismo por ser débil que con el rey pero gritó. —Mi deber y mi justicia le pertenecen señor y no voy a permitir que muera aquí, ni hoy.

El rey le sonrío y en ese instante fue apuñalado por uno de los flagelos de las bestias, agotado el rey le dedicó tiernamente una sonrisa y le dijo al joven escupiendo sangre.

—Quedan 30 segundos huye joven Lionheart, honra tu apellido, tú nombre y corre.

Desesperado y dolido Fred se hundió en las aguas y mirando como a través de un cristal empañado observó los últimos segundos del rey que parecía extrañamente satisfecho.

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Últimos minutos del rey:

El muchacho es extraordinario, me agrada que sea tan obstinado por eso no podía permitir que muriese, ¿qué clase de rey sería si permitiese que un joven tan afortunado que me ayudó contra esta abominación pereciera en mi lugar?, me recuerda a mí mismo, es curioso y emprendedor, todo un joven noble. Si hubiese estado solo no hubiese resistido hasta este punto.

Es muy extraño que un rey muera cumpliendo su deber por eso estoy tan satisfecho, sé que dejo mi legado en buenas manos, ¿Que más podría pedir?

Entonces por mi mente cursaron los recuerdos de mi hija, me imaginé todas las cosas que no había podido vivir a su lado, como su primer baile, su coronación, su primer novio o su primer embarazo, mi primer nieto, goterones cayeron y brotaron de mis ojos como la sangre misma que salía de mi cuerpo.

Pensé entonces en mi hijo, recordé todo lo que había vivido a su lado y lo mucho que le quería, lo noble y fuerte que era y posteriormente pensé en mi esposa, en su sonrisa y todo lo que vivimos juntos.

Quise huir en ese momento entonces, vivir más y pensé en mi padre, en sus enseñanzas y sus ideales, contuve mis lágrimas esperé ser acorralado por la mayor cantidad de bestias posibles alcé la vista al cielo, suspiré y solté todo el poder que llevaba guardando: Final Core.

Mencioné y dejé escapar todo lo que estuve conteniendo. Estoy satisfecho y feliz, valió la pena cada segundo vivido, no me pesa, estoy orgulloso, no me arrepiento de nada.

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Sobre el rey entonces comenzó a crecer una especie de sol en escala que fue siendo cada vez más luminoso y caliente, pero asombrosamente no tocaba el bosque era como si las plantas no tuvieran nada que ver, sin embargo cada bestia a su alrededor se iba derritiendo y secando como manchas en el suelo, mientras el propio rey se desangraba.

El sol crecía y crecía volviéndose de un tamaño aterrador y los enemigos ya no podían escapar hacia ningún lado.

El pelo del rey se tornó rojo cómo la sangre que brotaba de sí mismo y sus dorados ojos comenzaron a brillar con luz propia como faroles, el calor en todo el sitio era increíble y la tierra se comenzó a secar el rey colocó entonces una mano sobre el suelo y en una frase hizo que el poder del bosque lo cubriera completamente cómo a un bebé secando los árboles y pasto 20m a la redonda y ennegreciendo la tierra.

La abominable criatura entonces optó por hacerse una y el rey empezaba a perder el control, sonreía no obstante y sin más se lanzó hacia la bestia que había adquirido sus anteriores 5 metros de estatura fundiéndose en un abrazo con ella dejando una enorme explosión a su paso que devastó todo dentro de una cúpula dorada de 20m cúbicos que había creado el mismo con sus últimas fuerzas.

Todo se fundió en blanco para el rey y junto con el las bestias desaparecieron y una gema carmesí yacía en el suelo cuando Fred echo una furia subió a la superficie entre lágrimas y la reventó a golpe de puñetazo lastimando su mano en el acto consecuentemente también.

El rencor de no haber hecho nada será un fantasma que atormentará por mucho tiempo a nuestro querido amigo, que tras destruir la gema la hizo polvo y echó dentro de su sombra, para correr a donde yacía el cuerpo inherte del rey, este le dirigió una última sonrisa y cubierto de sangre, polvo y partículas de bestia todo magullado le llevó una de sus manos al rostro y le acunó como a un hijo.

— Sé fuerte joven Fred. —Escupió sangre nuevamente el rey, algo cansado.

—Resista su majestad, yo lo llevaré al reino, estoy más que seguro que nos dará tiempo, yo...

—Chist. —sentenció el rey mandándole a callar. —Eres muy fuerte joven Frederick, ya no me queda mucho tiempo, pero quiero que sepas que... — tosió roncamente.

—No se fuerce más, por favor.

—Calla de una vez, muchacho, esto es importante. Mi nombre es Matthew, solo quería decírtelo. —Volvió a sonreír y como si supiera algo que todos desconocen comentó.

Encuentrame en otra vida, en otro cuerpo pero con este nombre, quiero ser tu amigo eternamente.

—Pareció apagarse entonces, pero alegó. —Otra cosa, no llores más, que no me gustan las despedidas y ya pareces niña. — Sonrió y cerró sus ojos para Siempre... O... tal vez, no.
Hola soy escritora novata y estoy escribiendo un libro en Wattpad y me interesaría mucho, qué me dieron su opinión al respecto. Y también que me siguieran. Por si interesa les dejaré los siguientes datos:

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★ ???????: Misssarcastic00

★ ??́??????: El universo como lo conocemos evoluciona y se transforma dejando espacio al desarrollo científico y técnico, apoderándose del espacio exterior y dando a conocer especies y razas nuevas. Durante casi 3 siglos todo se ve favorecido hasta que un día... Una raza agresora decide dominarlo y someterlo todo y hace que el dios de dioses decida eliminar hasta el último vestigio de su creación. Pero en su infinita misericordia una de las razas crea una nave con la que decide surcar el universo en busca de otro en el cual vivir rescatando a 8 razas a parte. Pero... Que les depara el futuro? Cómo podrán salvarse? Eso y más descubranlo en ACROSS THE WORLDS

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