¡Ostia, después de 6 años he vuelto al gym! Solo pensaba en recuperar masa corporal, pero joder, cuando llego, esto parece un parque temático de fitness. ¡Creatinas por aquí, When Protenia por allá! La toalla parece más un accesorio de moda que algo para secarse el sudor, y las guantillas… ¡qué lujo! Antes eran solo un par de trapos, ahora parecen sacadas de una pasarela.

Pomos de agua que parecen misiles hipersonicos por todas partes, y esas licras levanta traseros que, si no te cuidas, te levantan hasta el ánimo. Suplementos por aquí, avenas por allá, y precios que parecen una subasta. Negocios y moda son las conversaciones que escucho. Gente "light", pero no de peso, sino de charla. Yo, en mi esquina, observando cómo han cambiado los tiempos.

Antes, las charlas eran sobre cuánto medía el brazo, ¿16 o 18 pulgadas? Y lo emocionante era lucir un "pepino" de agua al berro con una camiseta llena de agujeros. ¡Cosa de locos! Aceite de maní y negrobol para los novatos, y la membresía costaba 5 o 10 pesos al mes. ¡Eso ni existía! Ahora, en el gym de la esquina, por solo 1500 CUP entras y disfrutas como si estuvieras en un spa de musculación.

Hasta la música ha cambiado. ¡Repaton pa' aquí, Repaton pa' allá! Pero a pesar de todo, logré completar mi primera jornada, estrenando mis flamantes 5g de creatina. ¡Y ya está! Como cambian los tiempos, como cambian.

Y lo mejor de todo: ahora hay más féminas que antes. Solo me pregunto, si estamos tan faltos de proteínas en el país, ¿cómo es que ellas se ven tan bien? ¡Ahí lo dejo!