Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme! …
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque …
¡No pudo ser!
””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””””
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí:
y pasa sonriéndose y yo digo
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa
máscara del dolor,
y entonces pienso: “¡Acaso ella se ríe,
como me río yo!”
No despiertes jamás para vivir tu sueño
pues el sueño es un viaje mas allá del olvido,
tu pie siempre es mas firme después de haber caído,
solo es grande en la vida quien sabe ser pequeño.